Lineamientos sobre el uso ético y responsable de la IA - Consejo Profesional Ciencias Económicas de CABA

Temas Especiales
2025-10-29 | Colaboraciones Técnicas

En las Profesiones de Ciencias Económicas
Dra. C.P. y L.A. Gabriela Russo - T°317 F°248 y T°47 F 56 CPCECABA
Dra. Abog. Verónica Britch
Dra. Abog. Benjamina Piñero Ramos


I - Introducción.

La inteligencia artificial ya está entre nosotros. El uso de tecnologías basadas en la IA está siendo incorporado a diario a las tareas que se realizan en la práctica profesional. La utilización de estas herramientas ha irrumpido en el ejercicio de las profesiones en ciencias económicas, beneficiando el desarrollo de las mismas, optimizando procesos y tiempos. Sin embargo, el uso de la IA sin la debida precaución puede ser riesgoso y traer graves consecuencias y perjuicios.

La finalidad de este documento es recomendar sobre el modo y utilización de la IA en el ejercicio profesional y brindar criterios orientadores alineados con la ética y responsabilidad profesional.

II - Lineamientos:

1- Evitar transmitir información falsa generada por IA, manteniendo el estándar de calidad en el ejercicio de la profesión.


Todo documento o presentación que lleve su firma es de su única y exclusiva responsabilidad profesional, independientemente de las herramientas utilizadas para su elaboración.

Tener presente que la IA es proclive a generar resultados con errores y/o con información falsa y/o con sesgos inherentes.

Recuerde que los profesionales deben actuar siempre con integridad, veracidad, independencia de criterio y objetividad, de acuerdo al artículo 3°del Código de Ética Profesional.

El apego a la verdad y la calidad del servicio profesional son principios generales establecidos por el Código de Ética Profesional. Evite en todo momento incurrir en falsedades que distorsionen la visión y resultados que reciben los usuarios de la información.

2- Controlar adecuadamente y no delegar la toma de decisiones.

La supervisión humana, provista de pensamiento crítico para analizar, corregir o modificar el contenido generado por la IA, constituye una actividad ineludible en el trabajo colaborativo con esta nueva herramienta. La IA no puede sustituir el criterio humano.

  • Validar todo el contenido: Siempre revise exhaustivamente lo que produce la IA, ya que puede generar errores, alucinar y crear citas falsas.
  • Calidad y actualidad de los datos de entrenamiento: Los modelos de IA, han sido entrenados por medio de normativa hasta una fecha determinada, y no cuentan con información posterior.

Toda opinión, certificación, informe, dictamen y en general cualquier documento que emitan los profesionales, debe expresarse en forma clara, precisa, objetiva, completa y de acuerdo con las normas establecidas por el Consejo. La responsabilidad por la documentación que firmen los profesionales es personal e indelegable (artículo 5° Código de Ética Profesional).

Otro de los principios generales del Código de Ética Profesional es la prudencia en las decisiones, que consiste en actuar en virtud de su conocimiento técnico, evaluando las alternativas que se presentan en cada caso, en pos de seleccionar la que mejor se ajuste a las exigencias que se presentan desde el punto de vista profesional. El conocimiento y análisis profundo de los temas, sumado a la experiencia profesional, constituyen valores sustanciales para desarrollar una actuación prudente, que no puede ni debe delegarse en herramientas tecnológicas como la IA.

3- Proteger datos personales, resguardando el deber de confidencialidad y secreto profesional.

Evitar cargar datos personales de nuestros clientes o terceros a una herramienta de IA.

Como principio general, evite subir información con datos personales, excepto que fuera estrictamente necesario para la tarea y que contara con el consentimiento expreso e informado de su cliente. Analice si la plataforma utilizada presenta nivel de seguridad y confidencialidad adecuado.

Procurar sustituir o suprimir datos sensibles que hacen a la identidad de la persona, como datos o documentos filiatorios, a saber: nombre y apellido, número de documento de identidad, clave única de identificación tributaria, cargo, firma, u otra información personal.

El deber de confidencialidad y secreto profesional están establecidos tanto en el Código Penal de la Nación (art. 156) como en nuestro Código de Ética (arts 20 y 21, y principios generales).

La divulgación de información confidencial puede traer como consecuencia sanciones penales que impliquen multas económicas e inhabilitaciones especiales. Así como también procesos disciplinarios ante el Tribunal de Ética Profesional, ya que los profesionales se encuentran obligados a guardar secreto de la totalidad de la información de sus clientes o empleadores, adquiridas en el desempeño de su actividad específica, salvo autorización fehaciente del interesado.

La información confidencial incluye manifestaciones verbales o escritas, consultas, propuestas, documentos recibidos del cliente, empleador, correspondencia con el cliente o empleador y toda otra información que el profesional pueda haber obtenido o conocido como consecuencia de la prestación del servicio. Un enfoque seguro y adecuado que los profesionales deben adoptar, es asumir que toda la información no publicada acerca de los asuntos de un cliente o empleador es confidencial.


4- Capacitarse.

Para utilizar la IA con conocimiento y criterio, es necesaria la actualización continua.

Uno de los principios generales del Código de Ética Profesional consiste en la calidad del servicio profesional, que implica una serie de actitudes de parte de los profesionales entre las que se destaca la capacitación continua o la idoneidad actualizada. La permanente modificación del escenario en que se desarrolla el trabajo profesional, con avances tecnológicos de gran magnitud, requiere de una actualización permanente de los conocimientos y de la incorporación de nuevos saberes en todo momento de la vida del profesional.

Asimismo el Código de Ética Profesional en su artículo 3° establece que los profesionales tienen la obligación de mantener su nivel de competencia profesional a lo largo de toda su carrera, lo que significa capacitación continua.

III - La responsabilidad profesional:

La responsabilidad profesional implica que el profesional realice su trabajo, a partir de conocimientos suficientes y de experiencia razonable, aplicando las mejores herramientas disponibles y considerando las variables que se presentan en cada caso. Asimismo, supone asumir las consecuencias que se derivan de sus acciones, efectuando las correcciones y reparaciones que correspondan.

El uso de cualquier herramienta tecnológica puede ser de ayuda para la tarea profesional, pero de ninguna manera exime de responsabilidad al profesional que producto del incorrecto uso de la tecnología viola normas y/u ocasiona daños.
La identidad y actuación profesional son irremplazables, aún por la I.A., y por lo tanto su responsabilidad profesional también es improrrogable.

IV – Ofrecimiento de Servicios Profesionales:

El ofrecimiento de servicios profesionales debe hacerse siempre con objetividad, mesura y respeto por el público, por los colegas y por la profesión, así lo establece el artículo 19 del Código de Ética Profesional.

La utilización de nuevas tecnologías no implica poder garantizar resultados, ni ser mejor profesional. Las publicidades que se realicen no pueden contener promesas sobre el resultado de la tarea profesional, ni expresiones de menoscabo explícito o implícito para colegas, por ejemplo, a través de comparaciones de calidades supuestas de los trabajos profesionales.

V - La inteligencia artificial bajo la guía del criterio profesional:

El uso ético de la inteligencia artificial requiere que el profesional guíe activamente a estas herramientas, prestando especial atención a la forma en que formula las indicaciones o solicitudes que realiza. Para obtener resultados confiables y útiles, es recomendable:

  • Proveer la base de información necesaria, como balances, contratos o normativa relevante, sobre la cual la IA debe trabajar.
  • Mantener un proceso interactivo, corrigiendo y refinando las respuestas de la IA mediante diálogo sucesivo.
  • Asignar un rol específico al sistema, indicando el perfil profesional que debe adoptar.
  • Proporcionar un contexto detallado, con los datos y objetivos esenciales del caso.
  • Delimitar la tarea de manera clara, definiendo exactamente qué se espera de la IA.
  • Indicar el formato de salida deseado, para que la información sea directamente útil (tabla, resumen, lista, etc.).

Formular correctamente las indicaciones implica cuidar la claridad y la objetividad, proteger la confidencialidad de los datos y mantener siempre el criterio técnico propio de la profesión. De esta manera, el profesional asegura un uso responsable, transparente y alineado con los valores éticos que guían el ejercicio en las Ciencias Económicas.

Técnicas prácticas para reducir riesgos

  • Adjuntar documentos relevantes: pegue o cargue extractos de balances, contratos, resolución fiscal o normativa para que la IA se base en esos textos.
  • Solicitar verificación: pida que la IA muestre las fuentes (Normativa vigente, estadísticas, manuales) o que detalle los pasos del cálculo. Verifique siempre manualmente.
  • Prohibir invenciones: indique expresamente “no inventar datos; si falta información, avisar”.
  • Evitar subir datos sensibles sin anonimizar: no cargue información personal o confidencial sin consentimiento; utilice datos anónimos o extractos necesarios.
  • Comprobar cálculos y supuestos: valide fórmulas, redondeos y supuestos económicos con herramientas propias (hoja de cálculo, norma vigente).

VI - Conclusiones:

La IA puede ser una gran aliada en la actividad profesional siempre que se utilice con criterio profesional y supervisión rigurosa.

Los profesionales en ciencias económicas deben asumir este presente como una oportunidad estratégica. El futuro es tecnológico y la profesión está llamada a ser protagonista de esa transformación. Para ello, se necesita curiosidad, formación continua y adaptación permanente.

Cada cambio normativo, cada avance tecnológico y cada nuevo desarrollo nos interpela a crecer profesionalmente, a sumar competencias y a liderar con pensamiento crítico y creatividad.

Ninguna inteligencia artificial puede reemplazar el rol de asesores estratégicos, porque somos quienes aportamos el criterio humano, el conocimiento técnico y la ética necesaria para dar sentido a la información.

La intervención de los profesionales en ciencias económicas constituye un aporte hacia el conjunto de la sociedad en múltiples campos.

La tecnología es una aliada y no una amenaza. La automatización de tareas rutinarias concede más tiempo para enfocarse en lo que distingue al profesional: la capacidad crítica, el pensamiento estratégico, la creatividad y la ética profesional.

La aplicación de los lineamientos propuestos por este documento para el uso de la IA en el ejercicio profesional promueve su utilización ética y responsable, sin poner en riesgo el trabajo profesional, los intereses de los clientes y la reputación.

La ética de la inteligencia artificial no es la que deben practicar los sistemas inteligentes desde sus propios valores, sino la que los seres humanos deberíamos adoptar para servirnos de los sistemas inteligentes.

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