Conflictos en la escuela y en la comunidad: la violencia y la necesidad de mediadores comunitarios y escolares entrenados en competencias digitales.

Primera Parte:

Durante mi formación como licenciada en Mediación y Resolución de conflictos, mis maestros recalcaban la importancia de comprender esta profesión como un encuentro de saberes: la inter disciplina. En los tiempos que corren, el universo transmedia va a la par del universo “cara a cara”, e inclusive le lleva ventaja. En la última década, hemos sido testigos de la gran evolución de la tecnología sobre todo la relacionada con la comunicación y la creación de vínculos. Las plataformas y sus buscadores inclusive filtran la información sobre aquello que consumimos para luego con sus algoritmos poder sugerirnos temas y productos de nuestro interés. Ahora bien, como todo en la vida, debemos comprender que “la luna tiene dos caras”, y ser conscientes de eso, no demoniza los avances tecnológicos, sino que nos avisa sobre la necesidad de adquirir competencias digitales, tanto como usuarios, como miembros de una comunidad y fundamentalmente como profesionales de las ciencias humanas.

Además de Mediadora, les voy a hablar sobre algo relacionado a mis otras dos profesiones: la Gamificación y Narrativa Transmedia y la Perfilación Criminal. A raíz de una investigación que inicié allá por el año 2015, analizando las comunidades virtuales y su relación con la creación de vínculos, me encontré justamente con esta dualidad: por un lado, las grandes ventajas y beneficios que aporta la virtualidad (desarrollar competencias ligadas a la creatividad, la ideación de estrategias, agendas, formación de clanes, clubes, desempeño de roles dentro de un grupo y por ende, trabajo en equipo, resolución de problemas, liderazgo y un gran etc.), he sido testigo de personas que luego se volvieron amistades, migrando por distintos países buscando una mejor calidad de vida, lo cual me ayudó a comprender lo que está más allá de lo que creía conocer sobre la sociedad desde un punto más cercano y vincular. Estar inmersa en estas comunidades virtuales me ayudó a entender el punto de vista de muchos jóvenes que están buscando su por qué en la vida, a qué se van a dedicar, qué metas tienen respecto a su futuro. He visto personas ayudarse desde el apoyo moral, desde la compañía e inclusive desde lo económico al saber sobre la vulnerabilidad de un compañero. Toda esa cara visible que podemos encontrarnos en las comunidades virtuales se enmarca dentro de un contexto altruista solventado en esa necesidad humana de crear vínculos, que en mi caso llamó profundamente mi atención y rompió en pedazos varios mitos y prejuicios que tenía sobre hablar por ejemplo, con un extraño por internet, claro está, siempre respetando protocolos de seguridad como el resguardo de mi identidad o de no brindar mi número de celular, ya que con este simple dato el cibercriminal puede saber de qué país soy, provincia y localidad.

No obstante, como les dije, esta realidad virtual, y como siempre digo en mis conferencias, “que sea virtual no significa que no sea real”, los vínculos e interacciones como en toda comunidad humana, tiene también su lado oscuro, este ying y yang que se entremezcla. Por dar un ejemplo reciente, hace un par de semanas alguien de mi comunidad principal, la que inició esta investigación, una persona adulta que lleva unos 10 años jugando e interactuando en esa plataforma, simuló su propia muerte a través de su avatar, y no estamos hablando precisamente de un adolescente. He sido testigo de ciberbullying, de jugar emocionalmente con temas relacionados a la salud mental, ver mensajes de niños y adolescentes que crean contenido o se identifican con la ansiedad y la depresión, por ejemplo, a través de una canción, relacionándola con sus avatares de juego. A continuación, les dejo un fragmento de una de esas tantas canciones que niños a partir de los 8 años escuchan y se identifican.

La asociación que se le da a la palabra bullying ligada a la injusticia, a la falta de atención por parte de los adultos, y dando como resultado de esa ecuación el término “explotar”, es algo recurrente en la transmedia que se genera alrededor ya sea de LOS videojuegos, muchos de ellos, diseñados para niños, de series, películas, el famoso Huggy Wuggy que aún muchos padres lo ponen en la cabera de las camas de sus hijos como un personaje inofensivo. El juego del Calamar que se volvió tan famoso y cómo a través del poder de la imitación se trasladó a las escuelas. Podría dar muchos ejemplos de esta cultura que naturaliza la violencia con mensajes virales que corren sobre todo por las redes sociales, cualquiera que ustedes se les ocurran.

Actualmente estoy siguiendo las huellas al estilo Hansel y Gretel, de una personalidad famosa entre adolescentes (adolescencia inicial a partir de los 11 años), porque ahora hablamos de eso cuando asociamos una imagen a un personaje de ficción; revalorizando el perfil de un psicópata, entendiéndolo como aquella persona que si bien tiene consciencia de lo que hace, en cuanto al bien y el mal, infringir daño en otros no le produce ningún tipo de remordimiento, todo lo contrario, disfruta ver sufrir a su víctima y sentir el sufrimiento que le causa, claro está como buen psicópata, ocultando esta cara maligna a la sociedad y su entorno más próximo. Este personaje, que si bien lleva años siendo consumido a través de animes, películas y videojuegos, hoy tiene un elemento a favor que lo magnifica en la comunidad: las redes sociales, los fandoms, los influencers. ¿Eso quiere decir que el videojuego es malo? ¿Qué quienes lo juegan  y transmiten por internet son cibercriminales que inducen a la violencia? Pues no, el problema de este este siglo es la falta de competencias digitales y el desinterés por adquirirlas, como también la falta de entrenamiento de nuestra inteligencia emocional como individuos y sociedad. Cuando le damos un celular o una Tablet con acceso a internet a un menor, debemos saber que ese dar tiene que ir acompañado de un manual de instrucciones, porque si no van a estar a merced de ciberdelincuentes que se hacen pasar por menores en las comunidades, como también a todo tipo de contenidos no aptos para su edad, y que junto sin la comunicación debida sobre estos temas como lo es el Bullying y los daños que provoca en una persona, esa información que consumen sin aviso alguno, NO – se – borra… dejó su huella. Y si no, ¿por qué creen que la violencia en las escuelas está aumentando? ¿Cómo resolvemos nuestros conflictos como sociedad? ¿Realmente la primera opción que evaluamos frente a lo que consideramos un ataque es mediar? ¿Cuántas noticias tuvimos el año pasado sobre chicos que llevaron armas a las escuelas? ¿Cuántos vídeos se virilizaron sobre bullying explícito? ¿Cuántos otros por suicidio como resultado de esas acciones criminales sobre y entre menores? ¿Cuántas noticias de niños en urgencia o fallecidos por seguir un reto virtual ocuparon la primera plana de un día? ¿Cuántos ataques en “manada” fuimos testigos como espectadores televisivos este verano?

10969171280?profile=RESIZE_710x

 

 

 

 

 

 

 

 

 

10969171499?profile=RESIZE_710x

 

 

 

 

 

 

 

 

10969172452?profile=RESIZE_710x

10969172278?profile=RESIZE_710x 

 

 

 

 

 

 

10969172486?profile=RESIZE_710x

 

 

 

 

 

 

10969173262?profile=RESIZE_710xSon preguntas que me hago todos los días, luego de cada charla, luego  de cada padre que me cuenta al percatarse de esta información y la toma de conciencia que le dan el celular por ejemplo a sus hijos de 3 años para que se entretengan con tik tok pensando que está divirtiéndose con videos filtrados para su edad. Me pregunto después de cada nueva investigación e identificación de contenido que hace mella en estas mentes en pleno desarrollo y con sus necesidades naturales de querer pertenecer a un grupo. Me pregunto cómo adulta y profesional en estas cuestiones, inclusive las tecnológicas, si realmente hablar sobre los avances digitales se basa sólo en referirnos a sus bondades. Por supuesto, que la tecnología es una herramienta muy útil, práctica  y revolucionaria en la forma de hacer las cosas, pero sin tener en cuenta su lado oculto, es imposible que realmente le saquemos el partido adecuado y sabio. Los nativos digitales en ese sentido nos llevan muchas ventajas, en cuanto al uso, lo cual no significa que todo el tiempo se le dé un buen uso. Igualmente, más allá de ello, si nosotros profesionales de las ciencias humanas y la resolución de conflictos, no sabemos identificar por ejemplo lo que es una transmedia, los componentes del ciberespacio en la creación de vínculos y el uso de sus componentes dentro de él, sino sabemos lo relacionado a la creación de contenidos, a las palabras que se usan dentro de estas comunidades virtuales, la flexibilidad del idioma y los significados que se le otorgan según los diferentes países inclusive de habla hispana, si no tenemos esta apertura mental de adquirir conocimientos digitales, de qué manera vamos a las escuelas, por ejemplo, a dar charlas sobre los conflictos, si hoy por hoy estos incluso se dan de manera digital e inclusive pasan las fronteras de los países, por algo apareció el ciberbullying, el sexting, el grooming, las ciberestafas de las cuales, nosotros como adultos hemos caído y seguimos cayendo a pesar de la información de la cual hoy tenemos acceso. Nadie está exento de estas realidades actuales; deseo profundamente que se tome más consciencia e información sobre lo que acontece en la transmedia y cómo esto puede ser imitado y llevado a la realidad, siendo nuestro deber como profesionales tener las competencias adquiridas para abordarlo y por sobre todo, prevenir los conflictos en la comunidad y en las escuelas.

 

Próxima publicación: conflictos en la escuela y su relación con la personalidad Yandere. 

10969169698?profile=RESIZE_400x

 

 

Votos 0
Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

Sabrina Gambazza. Lic. en Mediación y Res. de Conflictos. Mag. en Gamificación y Narrativas Transmedias. Mag. Dirección Innovadora de RRHH. Perfiladora Criminal.

¡Tienes que ser miembro de ODR LATAM para agregar comentarios!

Unirse ODR LATAM

Publica en ODR LATAM

¿Quieres tener tu propia columna editorial?

Te invitamos a compartir tu mirada sobre Resolución de Conflictos en línea. En esta sección podrás publicar inotas e información de autoría propia.

Temas por etiquetas

Archivos mensuales